viernes, julio 21, 2006

Los leoneses estamos hartos

Pues, aunque parezca mentira ¡empezamos a existir para EL PAIS! ya que ayer, día 19 de Julio publicaron en CARTAS AL DIRECTOR de ELPAIS.es, Opinión, la carta que, con el título arriba citado, a continuación os copiamos. Desde aquí nuestra enhorabuena al firmante de la carta, José Manuel Aparicio Álvarez de Astorga, León y nuestro agradecimiento por haberla enviado.

Los leoneses estamos hartos de oír en las noticias o leer en los periódicos cómo se oculta nuestra identidad. Se habla de "la región", cuando somos dos regiones: la leonesa y la castellana. Se habla de ciudadanos "castellanoleoneses": aquí somos leoneses a secas. "Castillaleón" no existe. ¿Tanto cuesta decir región leonesa cuando se habla de las provincias de Salamanca, León o Zamora, en lugar de decir el "oeste de la región"?

La inmensa mayoría de los leoneses nos encontramos a disgusto con este engendro de autonomía que se creó de espaldas a los ciudadanos y estamos hartos de que hagan oídos sordos a nuestras reivindicaciones. Se convocó una manifestación por las calles de León ciudad el pasado 3 de junio, a la que asistieron unas 5.000 personas, pidiendo la autonomía leonesa y ningún medio nacional reflejó la noticia, mientras que en cuanto los batasunos convocan una de sus algaradas sale la noticia en todos los periódicos. ¿Qué tenemos que hacer para ser oídos?

La región leonesa, antiguo reino principal de España que, al igual que los otros tres, forma parte del escudo de la enseña nacional, ha sufrido incontables abusos, expolios y hasta el robo de su identidad durante los años que llevamos de democracia, y estamos hartos. Los políticos están tramando ahora la reforma del Estatuto de autonomía de Castilla y León, y lo que ofrecen los dos partidos nacionales a los leoneses es blindar dicho Estatuto contra posibles futuras secesiones. Con eso lo dicen todo. Así que ya saben los votantes leoneses lo que tienen que hacer, y el resto de españoles, que se preparen para empezar a oír hablar de León.

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