sábado, diciembre 23, 2006

Hoy, 23 de Diciembre, en La Crónica de León

CERRADO POR…. DERRIBO

Este es el triste cartel que, si Dios no lo remedia, tendremos que poner en breve a la entrada de León, llevamos unas cuantas semanas de infarto, y la pregunta que a todos nos bulle en la mente expresa el temor que todos albergamos: ¿Qué será lo próximo?

Primero fue la enésima caída de piedras de la Muralla que hirieron a un joven leonés, después un pináculo de San Isidoro, luego, en el plazo de cinco días, dos gárgolas de la Catedral, el miércoles del largo puente se hundió parte del suelo de San Miguel de Escalada y el ara que se hallaba sobre dicho suelo cayó el jueves, antes de que ninguna autoridad, provincial, autonómica o nacional visitara el monumento o tomara siquiera medida alguna para evitar males mayores. Solo la previsión anónima de un vecino que colocó unas tablas impidió su rotura.

Y eso solo por hablar de monumentos de gran relevancia dentro de nuestro patrimonio cultural porque hace pocas fechas vimos como se caía la espadaña de la iglesia de Audanzas del Valle, varios derrumbes en el Castillo de Valencia de Don Juan, durante el verano cayó un cubo de la muralla de Mansilla y unas cornisas de la Catedral de Astorga que la Junta no consideró urgente reparar, y el sábado 9 de Diciembre, pudimos leer en la prensa que han sido los vecinos del pequeño pueblo de Villabraz, en el sur de León, quienes con sus aportaciones voluntarias y una subvención de la Diputación leonesa, han impedido que se derrumbe el campanario de la iglesia cuyo deteriorado estado era causa de filtraciones y humedades que estaban provocando desprendimientos en la nave central que impedían las celebraciones religiosas por el riesgo que suponían. La última noticia de hace 4 días ha sido el desprendimiento de una esquina de la Iglesia de La Antigua que en un tris estuvo de destruir la imagen de la Virgen de La Antigua, del siglo XIV y recientemente restaurada.

¿Qué decir de la situación de los “Principia” que 15 meses después de la manifestación que, convocada por ComunidadLeonesa.ES, sacó a la calle a los leoneses para evitar su destrucción siguen durmiendo su olvido en el solar de la C/San Pelayo? La Junta sigue sin pronunciarse sobre su declaración BIC y tanto éstos como otros restos romanos, tan abundantes no solo en la ciudad de León sino por toda la geografía del Viejo Reino, siguen sufriendo el olvido y abandono más inexplicables por parte de la Junta que nos (mal)gobierna.

Las gárgolas que cayeron en la Catedral fueron restauradas hace ocho años, la restauración de San Miguel de Escalada terminó hace tres años ¿Cómo pueden explicarse caídas y hundimientos en tan poco tiempo?. Porque ¿que son tres y ocho años en la vida de monumentos como los citados que tienen respectivamente 1.100 y 700 años?

Y lo que raya en el esperpento es oir que la causa de estos derrumbes son las últimas lluvias y las bajas temperaturas. La realidad es que al agravio unen el insulto pues insulto a la inteligencia es hablar de bajas temperaturas en el otoño más calido de los últimos tiempos o ¿acaso pretenden que creamos que durante los últimos 1.100 años ni llovió ni hizo frio y por eso los monumentos resistieron?

Y seguimos haciéndonos preguntas ¿hubieran sufrido el mismo trato todos los monumentos citados, y tantos otros que imposibles de citar para no convertir esto en una lista interminable, si en lugar de estar en el territorio del Viejo Reino de León hubieran estado en las provincias de Burgos o Valladolid por ejemplo? Tal vez para contestar a esta pregunta nos sirva como referencia otro dato, referido éste a los presupuestos del último año para Atapuerca y Las Médulas, ambas Patrimonio de la Humanidad. La partida para Atapuerca 12 millones de euros (2.000 millones de pesetas) mientras que la partida para Las Médulas 25.000 euros (4.200.000 pesetas). Ilustrativo ¿no es cierto?

Y cuanto antecede por centrarnos tan solo en la provincia leonesa porque similar trato sufren las provincias hermanas de Zamora y Salamanca. Sirva como simple muestra el abandono que sufre la hermosa villa de Ledesma, y para afinar más el ejemplo, su iglesia de Santa Elena que, conservando restos de factura románica (según reza la web de la Diputación de Salamanca), se halla cerrada al público por el lamentable estado de su techumbre a punto de derrumbarse. ¿Será casualidad o será más bien que reconociendo tácitamente que ambas provincias son leonesas, las tratan como a tales, tratando de borrar cualquier resto de su historia y su pasado?

¿Dónde están las autoridades de la Junta encargadas del patrimonio? ¿Dónde se gastan los presupuestos para su conservación? y, sobre todo ¿cómo se gastan dichos presupuestos y cómo se realizan las restauraciones? ¿Con qué controles? ¿Cómo es posible que dos monumentos de la categoría de la Catedral, (primer monumento nacional declarado en España en 1.844) y San Miguel de Escalada (monumento nacional desde 1.886) sufran abandonos, negligencias, deterioros y restauraciones que, a la vista de los resultados, fueron, cuando menos, precarias e insuficientes? Y ¿qué puede esperar el resto de nuestro patrimonio cultural cuando dos monumentos de la talla de los citados están siendo constantemente ninguneados y olvidados?

Y ¿dónde está el Ministerio de Cultura que tiene una evidente responsabilidad “in vigilando”? La propia Constitución establece que el gobierno de la nación pueda obligar a las comunidades autónomas a cumplir con sus obligaciones. Y es claro y notorio que en el territorio del Viejo Reino la Comunidad Autónoma no cumple con las mismas teniendo totalmente desatendido el patrimonio que no es solo patrimonio de la Comunidad sino, no lo olvidemos, patrimonio nacional y europeo.

¿Cómo es posible que tanto la Consejera como la Ministra de Cultura continúen sin dimitir con “lo que está cayendo” (y nunca mejor aplicada esta frase que en estos momentos en León)?

Alicia Valmaseda Merino
Coordinadora y Portavoz de ComunidadLeonesa.ES

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