domingo, noviembre 06, 2005

REFORMA CONSTITUCIONAL


El nacimiento de la primogénita de los Príncipes de Asturias, hace necesaria (al decir de ¿sesudos? políticos) una reforma constitucional para eliminar de la Carta Magna (que consagra la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley) el único caso existente de discriminación en razón del sexo de las personas.

Sin embargo, ésto que sería de justicia hacer a la mayor brevedad, plantea dos problemas. El primero es que la Constitución establece la sucesión del Rey, no la del Príncipe de Asturias, con lo que al eliminar dicha discriminación la heredera será la Infanta Elena (o es que ella no tiene derecho a la no discriminación) y no su hermano el Príncipe Felipe y la otra, y mucho más importante para los leoneses, es el empeño del Presidente ¿leonés? de incluir esta reforma en un "paquete" en el que también se iría "la introducción en la Constitución de la denominación oficial de las Comunidades Autónomas" (ver noticia en el siguiente link http://www.diariodeleon.es/hemeroteca/noticia.jsp?CAT=248&TEXTO=4215279) dando así al trate con las esperanzas de los leoneses de poder conseguir nuestra autonomía en un futuro más o menos cercano.

¿Tendremos que votar mayoritariamente NO a esta pretendida reforma constitucional, a pesar de que podamos apoyar el resto de puntos? Lo que es evidente que no podremos apoyar con un voto afirmativo una reforma que convierte en anticonstitucional la legítima pretensión leonesa de conseguir por fín una autonomía que nos negaron por mor de unas razones de Estado que nunca fueron explicadas.

¿Por qué razón, tanto los leoneses como la Infanta Elena somos "menos iguales" que otros ante la Ley?

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